El primer paso para lograr su objetivo de revertir la ligadura de trompas es programar una consulta con uno de nuestros médicos (en persona o por teléfono). Es conveniente que consiga una copia del informe quirúrgico donde se describe el tipo de ligadura de trompas que se le practicó, para que el médico lo evalúe al momento de la consulta. En esa oportunidad, el médico determinará si usted es elegible para someterse al procedimiento, y quizás le pida pruebas específicas para asegurarse de que la reversión de la ligadura de trompas es posible. Por ejemplo, si su actual pareja no provocó ningún embarazo en el pasado, es recomendable que se haga un espermiograma (análisis de semen), con el propósito de determinar si la producción y el funcionamiento de los espermatozoides son normales. Asimismo, si hay dudas respecto del lugar exacto de la trompa donde se efectuó la ligadura, es probable que, antes de programar la cirugía, se le indique realizarse una histerosalpingografía (HSG) (una radiografía especial del útero y las trompas de Falopio), aunque muchas veces no es necesario.
Después de confirmar su elegibilidad para la reversión de la ligadura de trompas, se programa la cirugía. Para optimizar el resultado quirúrgico, las reversiones de ligaduras de trompas se realizan en la primera mitad del ciclo menstrual, antes de la ovulación, normalmente entre el séptimo y el decimosegundo día del ciclo. Las pacientes cuyas agendas son menos flexibles y aquellas que viajan desde otra ciudad pueden comenzar a tomar píldoras anticonceptivas entre el tercer y el sexto día del ciclo (para suprimir la ovulación). Luego, se puede realizar la cirugía de reversión de la ligadura de trompas en cualquier momento, mientras la paciente esté tomando los anticonceptivos. Las pacientes a la espera de que se programe la cirugía deben llamar cuando están menstruando para fijar una fecha para la intervención y concertar una visita preoperatoria. La evaluación previa a la operación se realiza entre uno y siete días antes del procedimiento. Durante esta visita, las pacientes se someten a una evaluación física y un examen ecográfico de la pelvis. Además, se les realizan los análisis de sangre preoperatorios y se les dan las instrucciones finales para la cirugía.
Las pacientes no deben ingerir alimentos ni bebidas después de las 11:00 p. m. de la noche anterior a la cirugía.