La trompa de Falopio es el órgano donde el esperma fertiliza al óvulo. Antes de que esto ocurra, la trompa primero debe “capturar” un óvulo del ovario después de la ovulación, para lo cual utiliza sus prolongaciones distales en forma de dedos llamadas fimbrias. A continuación, el óvulo espera en la trompa hasta tanto el esperma que viene desde el útero lo fertilice y se convierta en un embrión. En una ligadura de trompas, la porción media de la trompa se quema (cauteriza), se quema y se secciona, se liga y se secciona, se sujeta con grapas o se fija con una banda, básicamente para evitar que el esperma encuentre al óvulo y se produzca el embarazo. A continuación se describen los tipos más comunes de ligaduras de trompas reversibles


Procedimiento de Pomeroy durante el postparto (o Pomeroy modificado)

Es la ligadura de trompas que se efectúa con más frecuencia en el período postparto: inmediatamente después del nacimiento del bebé en una cesárea o dentro de las 24 a 48 horas de un parto vaginal. En este procedimiento, se hace un lazo en la porción media de la trompa y se ata en la base. Luego, el lazo se secciona, con lo que se extirpa alrededor de un centímetro y medio de este segmento de la trompa. La naturaleza de este tipo de ligadura invariablemente acorta la trompa; sin embargo, la reversión del procedimiento de Pomeroy es muy exitosa en la gran mayoría de los casos. 


Ligadura de trompas después de un período de intervalo

Las ligaduras de trompas después de un período de intervalo son aquellas que no se efectúan en el postparto inmediato, sino más bien semanas o años después de dar a luz. Las ligaduras de trompas después de un período de intervalo pueden realizarse por laparoscopía (la técnica más común) o minilaparotomía. En una ligadura laparoscópica de trompas, se hace un pequeño orificio (normalmente de 5 mm) en el ombligo, a través del cual se introduce una cámara. Se realiza otro orificio del mismo tamaño en la parte baja del abdomen de la paciente (justo por debajo de la línea del vello púbico). El orificio inferior permite la inserción de una pieza de instrumental con la que se “ata” cada una de las trompas de Falopio. La ligadura de las trompas de Falopio mediante laparoscopía puede lograrse con diferentes métodos:
  1. Cauterización – aplicación de calor intenso (quemadura) en la porción media de la trompa para lograr la cicatrización y la oclusión del órgano. Mediante esta técnica, los médicos generalmente queman dos o tres segmentos adyacentes de la trompa, lo que provoca un daño de alrededor de tres a cinco centímetros.

  2. Cauterización y seccionamiento – la trompa se quema, y luego la porción quemada se secciona en la parte media, a fin de asegurar el corte transversal completo de la trompa. Al igual que con la técnica de cauterización estándar, la longitud total de la trompa que sufre daños es de tres a cinco centímetros.

  3. Sujeción con grapa – aplicación de una grapa plástica (llamada grapa de Hulka) en la porción media de la trompa. Para mayor seguridad, a veces se colocan dos grapas inmediatamente adyacentes una de la otra en la porción media de la trompa. Esta técnica es menos dañina para las trompas y suele afectar apenas uno o dos centímetros del órgano. La reversión de este tipo de ligadura de trompas suele dar como resultado una excelente longitud tubárica final. Lamentablemente, revertir este tipo de ligadura de trompas es más complejo que sólo retirar las grapas, ya que la porción de la trompa que estaba sujetada está llena de cicatrices y dañada.

  4. Sujeción con banda – aplicación de una pequeña banda de goma alrededor de un lazo en la porción media de la trompa. El lazo no se secciona; sin embargo, la trompa se acorta unos dos o tres centímetros. Al igual que en la sujeción con grapa, la reversión de este tipo de ligadura de trompas es más complejo que solamente retirar la banda de goma, ya que la porción de la trompa que se estaba sujetada con la banda está llena de cicatrices y dañada.

  5. Fimbriectomía – extirpación del extremo distal de la trompa, la fimbria. Con esta técnica, la trompa no puede recoger el óvulo, porque carece de las prolongaciones en forma de dedos especializadas en esta tarea. Revertir este tipo de ligadura de trompas es complejo, pero posible, y requiere de una técnica microquirúrgica llamada reversión de la fimbriectomía mediante la que se crean nuevas prolongaciones tubáricas distales.

  6. Salpingectomía – extirpación total de las trompas. Este tipo de ligadura de trompas no es reversible.
Cuando se realiza una minilaparotomía, se hace una pequeña incisión transversal, normalmente de unos cinco a siete centímetros (de dos a tres pulgadas) de largo, en el medio de la parte baja del abdomen de la paciente (justo por debajo de la línea del vello púbico). Lo más común es que, a continuación, se liguen las trompas mediante la técnica de Pomeroy (vea más arriba). No obstante, también puede emplearse cualquiera de las técnicas antes mencionadas que se utilizan en las ligaduras de trompas por laparoscopía (vea más arriba). Además, también es posible realizar tipos de ligaduras más complejos que incluyan el seccionamiento de la trompa y el “enterramiento” de los segmentos proximales y/o distales dentro del tejido adyacente (técnica de Irving, técnica de Uchida). Con el advenimiento de la laparoscopía, hace más de 20 años, la minilaparotomía perdió popularidad (se considera un procedimiento más invasivo) y, en la actualidad, es poco frecuente. Independientemente del método quirúrgico utilizado, laparoscopía o minilaparotomía, la gran mayoría de ligaduras de trompas es reversible.